domingo, 8 de agosto de 2010

BRINDIS FERROVIARIOS


LA LOCOMOTORA

Brindo por la locomotora
por su fuego y su carbón
por su chirriante vapor
que brota a toda hora.
Máquinas negras de otrora
que adornaban la estación
cómo no recordar con emoción
cuano rielaban tan alto
cruzando túneles y calicantos
desde Pichilemu a San Fernando.

EL MAQUINISTA

Con un buen blanco en la mano
brindaba un maquinista
por su máquina vaporina
con rienda y regulador.
Con fuego, agua y carbón
muevo toda la maquinaria
esa es mi tarea diaria
moviendo trenes con vapor
porque para eso soy el mejor
de toda la plana ferroviaria.

EL CONDUCTOR

Con un tinto en la mano
brindaba un conductor
en la pega soy el mejor
y siempre llego temprano.
Movilizo diario a diario
el tren con su locomotora
cuando el reloj da la hora
de partir de la estación
de Santiado a Puerto Montt
aquellos fueron años de gloria.

EL REVISADOR DE COCHES

Brindo decía un revisador
por los carros y los coches
que reviso día y noche
haga frío o calor.
En mi trabajo soy el mejor
cuidando del material rodante
que circula tan distante
a lo largo del país
porque tengo por mil
solución a cualquier percance.

martes, 5 de mayo de 2009

TREN DEL RAMAL



Es de noche y falta poco para el alba
cuando desde los rieles bañados
por la luz de las estrellas
se oyen y escuchan voces y pasos
de otros tiempos.
Mi piel se eriza y siento un vacío
en mi interior.

Entonces me acerco hacia ti
en medio de la noche.
Eres una sombra entre las sombras
que apenas percibo
pero tu presencia disipa todos los males.

Hoy como otras veces
se produce el milagro.
Ayer no eras más que fierro dormido
en cambio ahora respiras por cada poro
y tu húmedo aliento
incendia todo en rededor.

Eres vestigio de un pasado glorioso
lleno de costumbres y mitos.
Para indios y campesinos
fuiste el mismísimo diablo,
bramabas como un toro salvaje,
por tu cabeza brotaba el humo
y el fuego de los infiernos
y a tu paso temblaba
conmocionada la tierra.

Para ingenieros y políticos
fuiste el progreso que arribaba
a cada pueblo,
como la fecunda vertiente del campo,
que con su sutil caricia
hace florecer hasta el más seco cactus.

Sin embargo, para los que hoy te ven
eres nostalgia de días pasados
de cuando se usaba el pantalón cortito
y los caballeros llevaban sombrero alado.

Más hoy avanza la mañana
y estamos a minutos de partir la jornada,
se alegran tus aceros, suenan campanas
y resplandece el sol de tus entrañas
cuanhdo tus bielas se tensan
en gran esfuerzo
y entre bocanadas de humo
y chorros de vapor
partes con tu bagaje de sueños
a campos y tierras lejanas.

EL GUERRILLERO Y LA LUNA



Erigido sobre basal columna
luciendo casaca y jinetas,
está quien a sus enemigos burla
con la rapidez de las saetas;
porque puede ser un obispo
o un sencillo arriero,
ambos son el mismo,
son el audaz guerrillero.

Desde lo alto nos divisa
en heroica posición,
Manuel Rodriguez Erdoíza,
húsar de bravura y pasión;
que con espada en mano
nos arenga a que le sigamos
por la libertad, tesoro humano,
de este Chile que amamos,
como si no supiera
que el conflicto ha terminado
y que la muerte artera
a su espalda ha tocado.

Mientras embelesado te miro
surca el cielo la luna llena,
en su lento giro,
sobre la noche serena,
y tú levantas tu mano al cielo
buscando algo inasible
que nunca supe qué era.

Hasta que se corrió el velo
de este misterio invisible
cuando alcanzaste tu quimera.
Y vo la luna en tu mano
convertida en hostia de luz y armonía
y que con ella comulgas con Dios;
yo, sencillo poeta humano,
te digo en esta hora tardía,
que conmigo somos dos.